EL
PODER DE LAS QUINTA DISCIPLINA, PARA ENFRENTAR LOS PROBLEMAS DE APRENDIZAJE EN
LAS ORGANIZACIONES
Para
quien es desconocido que la percepción del mundo en el cual vivimos ha sido
fruto de un pensamiento concebido, son ideas que se inician en casa, se
desarrollan durante la etapa de estudio, se corroboran en el trabajo y el ciclo
vuelve a comenzar en la siguiente vida a formar, ahora entendemos la razón por la que el aprendizaje y las habilidades de
resolver problemas tienen similitud en la mayor parte de individuos.
¿Y
que tal si el mundo no es como lo percibimos? ¿Si la realidad no es más que el
alcance de la limitada visión humana?; tal vez la solución a los problemas
serian más sencillos, la lógica dejaría de ser lógica y trascendería aun nivel
más avanzado, o tal vez la humanidad retrocedería, ¡no lo sabemos aun! A que
punto vamos con esta reflexión, las organizaciones no paran de buscar el mejor
sistema que se adapte a sus necesidades y que por ende sea más efectivo y menos
costoso de implementar, mas sin embargo muy pocas han caído en la razón, que
como organización no saben aprender; esto es semejante a un individuo, las
organizaciones tiene la necesidad de aprender y de capacitarse en conjunto, su
progreso esta ligado al trabajo en equipo, pero muy pocas logran equilibrar
estos conceptos, de allí que algunas entidades duran 20 a 50 años y se
extinguen, la mitad de lo que duraría la
vida de una persona en si.
Son
contadas las industrias que encontramos en el mercado, donde el tiempo lo único
que ha logrado es fortalecerlas, pero ¿a que se debe su éxito?, pues no solo
han encontrado la inteligencia del equipo, sino que han podido mantenerla;
muchas veces cuando se logra conformar un buen equipo de trabajo el coeficiente
de producción y razonamiento están por encima del rendimiento individual, es en
ese instante cuando realmente se aprecia los alcances del trabajo en conjunto.
El
mundo es tan cambiante, que toda organización debe estar a la delantera, pues
la presión social, política, tecnológica, económica y entres otras razones nos
obliga a permanecer prevenidos al
cambio. La rana hervida es una típica metáfora de lo que suele suceder cuando
no hay evolución dentro de una organización y en nuestra opinión es un
acontecimiento real, centenares de empresas no perciben el cambio sino justo en
el momento que no cuentan con las defensas para salir pereciendo sin
oportunidad alguna.
Hay
un aspecto muy importante de recalcar en la cultura asiática, geográficamente
nos ubicaremos en Japón, un país con una población numerosa pero con una de las
terceras mejores economías a nivel mundial, y eso que el país cuenta con 196 economías
en competencia; en definitiva Japón ha demostrado tener habilidad y estrategias para aprovechar y mantenerse
bien posicionada como lo hace. El sistema que ha adoptado la cultura le ha
permitido mimetizar y surgir más delante de la economía de los demás países.
Cambiando
de vista encontramos otro tipo de
organizaciones que buscan imparablemente innovar aquellas ideas que han sido
concebidas experimentalmente y que con una buena optimización arrojen el
resultado esperado; las organizaciones inteligentes se cuestionan y trabajan
constantemente adaptando y mejorando uno y otro proceso, con el firme propósito de quedarse.
El
pensamiento sistémico considerada como una de las 5 disciplinas más importantes
es un modelo de estrategias que se complementa de otras disciplinas entre ellas
conocemos el dominio personal, los modelos mentales, la construcción de una
vida compartida y el aprendizaje en equipo, sabemos que la quinta disciplina nos
dará fruto siempre y cuando tengamos en cuenta unas leyes.
Porque
hay que saber que los problemas que se surjan en un futuro van a ser la
evolución de las soluciones que tomemos en estos momentos, es así que debemos
ser asertivos al momento de darle una solución al problema, otro de los
factores es la realimentación compensadora dentro de un sistema y tal como lo
dice el ejemplo entre más se le exija a un sistema naturalmente más presión de
variables se perciben.
Es esta
y muchas razones más por la que detectar un problema dentro de un pensamiento
sistémico se vuelve tan difícil y realmente determinar si cuándo se toma una
solución es acertada, o al final no se vuelva una pelota rodante de nieve. Por
eso concluimos que las soluciones fáciles no siempre abarcan nuestro objetivo y
todo naturalmente está regido bajo la causa-efecto.